La distancia focal es un concepto fundamental en fotografía que influye directamente en el encuadre, la perspectiva y la profundidad de una imagen. Entenderla bien nos permite tener un mayor control sobre el resultado visual y emocional de nuestras fotos, algo especialmente importante tanto para quienes se inician en el mundo audiovisual como para los que desean perfeccionar su técnica.
Si buscamos una formación profesional que profundice en estos conceptos, el Máster en Dirección de Fotografía ofrece una especialización imprescindible en narrativa visual, manejo de cámara, ópticas y dirección de equipos técnicos.
En este artículo, veremos qué es la distancia focal, cómo se relaciona con el ángulo de visión y la profundidad de campo, además de ejemplos prácticos para entenderla mejor.
¿Qué es la distancia focal?
La distancia focal es la distancia (medida en milímetros) entre el centro óptico del objetivo y el sensor de la cámara cuando el enfoque está en el infinito. Esta distancia determina cuánto se amplía o se reduce una escena y, por tanto, qué parte de ella queda incluida en la imagen.
Cuanto menor sea la distancia focal, mayor será el ángulo de visión y más elementos podremos incluir en el encuadre. Por el contrario, una distancia focal larga reduce el campo visual y nos acerca visualmente al sujeto.
Distancia focal real y distancia focal efectiva
Hay que diferenciar entre dos conceptos:
- Distancia focal real: es la medida física del objetivo, como 35 mm, 50 mm o 200 mm.
- Distancia focal efectiva: tiene en cuenta el factor de recorte (crop factor) de algunos sensores que no son de formato completo (full frame), lo que afecta al encuadre. Por ejemplo, una cámara con sensor APS-C tiene un factor de recorte de 1.5x, así que un objetivo de 50 mm se comportará como uno de 75 mm.
Ejemplos de distancia focal
Veamos algunos casos prácticos para entender su impacto visual:
- 18 mm (gran angular): ideal para paisajes o arquitectura; ofrece gran profundidad y líneas muy marcadas.
- 35 mm (angular medio): común en fotografía callejera; ofrece una visión natural y amplia sin demasiada distorsión.
- 50 mm (estándar): similar al campo de visión humano; versátil para retrato, documental o producto.
- 85 mm y 135 mm (teleobjetivos cortos): ideales para retratos; desenfocan el fondo y comprimen la perspectiva.
- 200 mm o más (teleobjetivos largos): perfectos para fauna, deportes o planos lejanos sin perder detalle.
Este tipo de decisiones ópticas se analizan con detalle en el Grado Superior en Tratamiento de Imagen, formación ideal para quienes buscan dominar técnicas de captación visual de forma técnica y artística.
El ángulo de visión en la distancia focal
El ángulo de visión es directamente proporcional a la distancia focal: cuanto menor sea la distancia focal, mayor será el ángulo de visión. Un objetivo de 18 mm capta una escena mucho más amplia que uno de 100 mm, que se centra en una porción muy concreta del encuadre.
Esto afecta tanto a la narrativa visual como al tipo de plano que usamos. Por ejemplo, un plano general grabado con gran angular tiene un efecto visual distinto al mismo plano rodado con teleobjetivo. Podemos profundizar en este tema explorando los distintos tipos de planos utilizados en cine y fotografía, donde la distancia focal es clave para marcar intención y emociones.
¿Cómo afecta la distancia focal en fotografía?
La distancia focal no solo define cuánto vemos en la imagen, sino también cómo lo vemos. Estos son los principales efectos que tiene sobre una fotografía:
- Compresión o expansión del espacio: los teleobjetivos comprimen las distancias (los elementos parecen más juntos), mientras que los angulares las expanden (mayor sensación de profundidad).
- Desenfoque del fondo (bokeh): cuanto mayor sea la distancia focal, más desenfocado aparecerá el fondo, lo que es clave en retrato o fotografía de producto.
- Distorsión: las distancias focales muy cortas pueden generar distorsión en los bordes del encuadre (lo que se conoce como “efecto barril”), algo que puede usarse de forma creativa o evitarse si se busca realismo.
- Movimiento de cámara: con focales largas, pequeños movimientos se traducen en temblores muy evidentes, lo que obliga a usar trípode o estabilización.
Estos elementos no solo tienen una influencia estética, también psicológica. Por ejemplo, el uso de un angular puede transmitir dinamismo, amplitud o tensión, mientras que un teleobjetivo aporta intimidad o aislamiento del sujeto respecto a su entorno. Esto se enlaza directamente con el estudio de la psicología de los colores y otros recursos visuales que completan el lenguaje narrativo audiovisual.
Objetivos de cámaras según la distancia focal
La elección del objetivo influye decisivamente en el resultado visual de una fotografía. Cada distancia focal responde a una necesidad específica, y los objetivos están diseñados para cubrir ese rango de forma eficaz. Podemos clasificar los objetivos según su distancia focal en tres grandes grupos:
- Gran angulares (10-35 mm): capturan amplios campos de visión. Usados en paisajes, arquitectura o planos que requieren mostrar un contexto amplio.
- Objetivos estándar (40-60 mm): versátiles, equilibran perspectiva y naturalidad. Son muy usados en retrato, fotografía de calle o escenas cotidianas.
- Teleobjetivos (70 mm en adelante): acercan objetos lejanos y comprimen el espacio. Útiles en fotografía deportiva, fauna o retrato profesional.
Además, encontramos diferentes tipos según su construcción óptica y funcionalidad.
La distancia focal en lentes fijas y variables
Los objetivos pueden ser:
- Focal fija (prime): solo tienen una distancia focal (como un 50 mm). Suelen ofrecer mejor calidad de imagen, más luminosidad y nitidez. También obligan a moverse más, lo cual puede ser beneficioso para componer mejor.
- Zoom (focal variable): cubren un rango de distancias focales (como un 24-70 mm). Ofrecen más versatilidad en una sola lente, ideales para situaciones en las que no se puede cambiar de objetivo fácilmente.
Ambos tipos tienen ventajas y desventajas, y la elección dependerá del estilo de fotografía, necesidades narrativas y recursos disponibles. Dominar esta elección forma parte de las competencias que se desarrollan en programas formativos especializados como los que ofrece The Core School.
Diferencias entre distancia focal y profundidad de campo
Aunque a menudo se confunden, la distancia focal y la profundidad de campo son dos elementos distintos pero estrechamente relacionados en fotografía.
Concepto | ¿Qué es? | ¿Cómo afecta la imagen? |
Distancia focal | Distancia entre el centro óptico y el sensor. | Cambia el ángulo de visión y la escala del sujeto. |
Profundidad de campo | Zona de la imagen que aparece nítida. | Determina cuánto está enfocado delante y detrás del sujeto. |
Factores que afectan a la profundidad de campo:
- A mayor distancia focal, menor profundidad de campo (más desenfoque).
- A mayor apertura del diafragma (número f menor), menor profundidad de campo.
- A menor distancia al sujeto, menor profundidad de campo.
Por tanto, elegir una distancia focal larga no solo nos acerca al sujeto, sino que nos ayuda a separar visualmente al protagonista del fondo, lo que refuerza el enfoque narrativo. Esto es vital en fotografía de retrato, producto o cine, donde el control del foco dirige la atención del espectador.
Entender la distancia focal, dominar la narrativa visual
La distancia focal es una poderosa herramienta narrativa. A través de ella decidimos qué mostrar, cómo mostrarlo y qué emoción generar. Desde elegir un objetivo gran angular para transmitir amplitud hasta usar un teleobjetivo para aislar al personaje, cada decisión construye una forma de contar una historia.
En un sector donde la imagen lo es todo, comprender conceptos como la distancia focal, la profundidad de campo o el ángulo de visión marca la diferencia entre una foto correcta y una memorable.Formarse en estas herramientas es esencial para quienes aspiran a trabajar profesionalmente en fotografía, cine o contenido visual. Invertir en una formación técnica, creativa y actualizada, como la que ofrece el Máster en Dirección de Fotografía, es el primer paso para convertir la pasión en profesión y dominar el lenguaje visual con verdadera intención narrativa.